Monday, October 31, 2005

La poesia

A veces alquilamos la poesía, para nuestras extravagancias más secretas, porque la poesía lo admite todo y no explica nada, es como una puta vieja que nos deja practicar con ella el sexo más inseguro porque se ha caído del mercado y no puede elegir a sus clientes. El lirismo es una exageración, un pleonasmo, una excedencia del discurso serio y racional, por eso es licito aprovecharnos de ella. La poesía no tiene futuro, ni tiene aspiraciones, se conforma con inflamar, con incendiar algunos argumentos haciendo a veces estallar las palabras, se conforma con cualquier cosa porque no tiene una pensión y morirá cualquier día de una pulmonía, después de una borrachera analgésica. Morirá ahogada en su propio vómito, pero hay tanta poesía en ella a pesar de no haber nada bello... La poesía y yo somos una pareja de hecho, sin papeles, sin pensión, sin asistencia social. Con la psiquiatría y la medicina mantengo una relación puramente administrativa, mi otra amante la música ha caído en desgracia, era demasiado inhumana, perfeccionista, compulsiva, disolutiva.
No repito jamás el mismo gesto con la poesía, con esa puta vieja y desdentada que me la chupa gratis, porque solo repiten los que están inmóviles, los que se han caído con todo el equipo en la fascinación de su pasado, o son víctimas de alguna fatalidad relacionada con su destino sublimado. Sólo admiro a los que no guardan ningún tipo de miramiento con su pasado. A los renegados pues, a los traidores, a los injustos, a los apóstatas, a los perdedores, a todos esos seres sin talento creador que buscan el absoluto más insulso: la belleza, poetastros, yo os invoco de la manera más solemne que conozco, hurgándome la nariz.

1 comment:

Ramón Machón said...

Este comentario no es espammódico: Buen párrafo sobre la poesía. Pasaba por aquí de casualidad, y lo leí. Tan sólo dejo constancia de mi gusto al leer(lo)